17.10.08

La reforma edcativa italiana


Esta semana (aunque llevan 6 meses con el tema) nos hemos sorprendido con la reforma educativa que se plantea en la vecina Italia, en la cual, a modo de resumen, se plantean varias actuaciones bastante controvertidas y totalmente antisociales, que son las que han hecho que hasta nuestro país lleguen los ecos de la misma.

En primer lugar se plantea la inclusión de un examen previo a la escolarización del alumnado inmigrante, de manera que aquel que no lo supere pasaría a un sistema paralelo donde recibiría la preparación necesaria para alcanzar las habilidades básicas necesarias para seguir las clases, de manera que no interfiera en el proceso educativo del alumnado italiano; ciertamente sorprendente. Además de estas dos medidas, que son quizás las más llamativas, hay otras muchas, ya acometidas o por acometer, y que traen de cabeza a la totalidad de la comunidad educativa italiana.

Por otro lado, se plantea un recorte en las plantillas de docentes, pasándose en primaria a un solo maestro o maestra, frente a los tres anteriores, con los consiguientes despidos. Tan sorprendente como lo anterior.

Ni que decir tiene que un gran número de sectores, tanto afectados directamente como aquellos que defienden una educación pública de calidad, han puesto el grito en el cielo y piden al gobierno de su país que de marcha atrás y se replantee ese modelo de sistema educativo.

En relación con el primero de los aspectos que comento, creo que todas estas medidas suponen un ataque frontal a la atención a la diversidad, la inclusión del alumnado, la calidad de la educación, etc., es decir, a todo aquello que debe guiar y enmarcar un sistema educativo. Estas leyes sólo pueden llevar a crear una brecha aún mayor entre italianos e inmigrantes, cuando el sentido de la educación debe ser lo contrario, el acercar e integrar culturas, siempre dentro de la peculiaridades propias de cada país. Esperemos que a la larga esto no llegue a provocar dos sociedades dentro de este país, dos Italias, separadas, en principio, por la desigualdad en las oportunidades en el acceso a la educación, prorrogándose de esta manera las diferencias sociales e incluso pudiendo aumentarse las mismas, con el consiguiente peligro social que esto conlleva a la larga.

Planteo una pequeña reflexión: ¿a los hijos e hijas de los embajadores, empresarios extranjeros, potentados, etc., también pasarán por estas pruebas o sólo los inmigrantes de “2º nivel”?

Desde luego, en lo que a mi respecta, decir que desde que entrara en el poder el Sr. Berlusconi ya no me sorprende nada de lo que ocurra en Italia. Desde su posicionamiento político, a mi entender cercano a la derecha más conservadora, lleva a cabo actuaciones e intervenciones en las que se mantienen ideas bastante trasnochadas y conservadoras en relación con algunos temas como el papel de la mujer, la inmigración, la educación, etc. Hay que recordar que este presidente fue el que decidió la expulsión de la población gitana de su país, sin ningún tipo de miramientos con los derechos humanos más básicos.

Me pregunto si la Unión Europea no debería entrar de oficio, al igual que hace en otros temas, a resolver esta cuestión o al menos a aconsejar al gobierno italiano, ya que se atenta contra el derecho a la no discriminación que tienen todas personas, derecho fundamental reconocido en todos los tratados y acuerdos sobre los derechos humanos y firmados por la práctica totalidad de los países occidentales.

En cuanto a la segunda cuestión, la del recorte de docentes, el problema no es que se quede sólo un maestro en cada unidad de primaria, sino que esos docentes se van al paro, no son utilizados en otras tareas dentro del sistema educativo. Actualmente se trabaja en equipos de 3 docentes para dos aulas, lo que permite el uso de agrupamientos flexibles y una atención mucho más específica a todo tipo de alumnado, por lo que, bajo mi opinión, las razones que se dan para ese recorte no son muy convincentes, ya que al final supone un descenso cuantitativo y cualitativo en cuanto a calidad en la educación.

Lo que podemos estar seguros (o casi seguros, porque en política ya se sabe) es que en este caso no debemos pensar en ese refrán tan español: “Cuando las barbas de tu vecino…”. Oremus.

13.10.08

Televisión vs educación (¿o mejor con interrogativa?)


Desde su nacimiento, la televisión ha sido considerada como uno de los medios donde con más fuerza se daba la educación informal, entendiendo ésta como la educación no reglada pero sí intencionada.

Yo, que ya tengo unos años, aún recuerdo mis tardes después del colegio viendo “Barrio Sésamo”, seguido de “3,2,1 contacto” o “El planeta imaginario”; por supuesto, no puedo dejar de nombrar a ese programa, que hoy sería considerado políticamente incorrecto, que era “La bola de cristal”, dominado por personajes de la cultura de la movida madrileña de los años 80, y que tanto supuso para los que ahora tenemos entre 30 y 35 años.

Sin embargo, vemos como actualmente los contenidos educativos brillan por su ausencia en la televisión, sólo hay que ver las parrillas de las principales cadenas de nuestro país, aunque, no por eso, dejen de intentar educarnos, intencionadamente o no, de manera mucho más ladina u oculta. A la televisión también ha llegado la mentalidad neoliberal (cómo a casi todo) y lo importante son las audiencias y el dinero que estas producen, no ser un servicio público. Además, como medio de masas que es, se ha utilizado y aún sigue utilizándose, como instrumento para presentar realidades sesgadas y partidistas, siempre alentadas desde determinados grupos de poder.

Hay que tener en cuenta, además, que este medio permite recibir estímulos de muy distinto tipo sin tener que esforzarnos, se da todo “mascado”, algo que también está influyendo y esta cambiando la forma de pensar y actuar, no sólo de los más jóvenes, sino de toda una sociedad. Lo importante es la inmediatez no la construcción, la simple recepción sensitiva antes que el trabajo mental.

Por otra parte, se produce un choque frontal, la gran mayoría de las veces, entre lo que nuestros jóvenes ven en la pequeña pantalla y lo que desde la educación formal (o no formal) y las familias se les intenta transmitir: ¿para que necesito esforzarme y formarme, si puedo obtener más frutos económicos y de manera más rápida haciéndome famoso? ¿Para qué la resolución pacífica de conflictos y el saber respetar al otro si el que gana es el que más grita y menos oye? ¿Para qué los valores que día a día se destrozan y se venden públicamente? ¿No es mejor tener todo lo que se anuncia que pensar en lo que necesito?

No podemos olvidar que la televisión es un importante agente de socialización, así como una de las principales fuentes de conocimiento y de autoridad en las sociedades occidentales. Tampoco podemos olvidar la importancia, que en el sentido en que hablamos, tiene el aprendizaje vicario de Bandura y como influyen los modelos tan fuertes y atractivos que presenta este medio, y sobre todo lo que representan. Tampoco podemos olvidar no sólo consumen los programas que están pensados especialmente para ellos sino que también son asiduos televidentes de programas dirigidos a públicos adultos, muchos de éstos fuera del horario de protección al menor. A todo esto, hay que tener en cuenta que los docentes nunca podremos competir con esa máquina mediática, no somos modelos sociales atractivos, nuestro alumnado convive durante horas con ella, incluso la tienen encendida sin verla, conectarla es un acto automático, necesitan su sonido de fondo.

Esto nos lleva al papel de las familias en el aspecto que estamos tratando, son los padres los que deben racionar, elegir y, más que eso, enseñar a elegir a sus hijos e hijas sobre qué contenidos son adecuados y cuáles no lo son; es nuestro deber no abandonarlos delante de la televisión a que “se traguen” cualquier cosa, aunque eso sea lo más fácil después de llegar a casa tras una dura jornada de trabajo y no tener que escuchar protestas y soportar peleas. Así, numerosas investigaciones desarrolladas a partir de los años 60, indican que el contexto social, familiar y económico en los que se encuentran inmersos los pequeños televidentes es decisivo a la hora de valorar los efectos de la exposición frente al televisor. En este sentido la televisión actúa más reforzando tendencias y supliendo carencias que como una fuente de cambios de actitudes y comportamientos.

En este caso, los centros educativos poca o ninguna ayuda puede prestar, sólo fomentar la crítica y reflexión sobre los modelos presentados por la televisión, y potenciar aquellos modelos que han triunfado gracias a su constancia y tenacidad, aunque todo este trabajo es bastante en realidad.

Por último, considero fundamental que aquellos que nos gobiernan obliguen a las cadenas a rellenar la franja en la que los pequeños y adolescentes ven la televisión con programas verdaderamente educativos, y no con programas de testimonios, series de asesinatos, etc., ya que de esta manera estaremos potenciando que el medio televisivo eduque en el mismo sentido que lo intenta el sistema educativo. Todos deben aportar su granito de arena para conseguir generaciones futuras mejores.

¿No es eso lo que llamamos esfuerzo compartido?

Algunos enlaces para leer, pensar y saber más:

Aprende a ver tele – RTVE
La educación en la televisión: hacia una necesaria integración
Informe sobre educación y televisión
La televisión generadora de un nuevo espacio educativo

Educación y televisión: una contradicción

9.10.08

Una duda no educativa

Si dice el FMI (Fondo Monetario Internacional) que España estará en recesión durante el año 2009, ¿en qué situación hemos estado hasta ahora?

Para echarse a temblar.

Reproduzco aquí una viñeta que Mel publicó en el Diario de Cádiz el pasado 5 de octubre.

(c) Mel