No creais que voy a hablar de la ola de frío que actualmente nos está azotando por el sur, con lo mal que lo pasamos (la mayoría) por aquí cuando el termómetro baja de los 10ºC, aunque también merecería una entrada.
A lo que me voy a referir es al proyecto de Decreto que regula el calendario escolar que se publicó, si no recuerdo mal, sobre el 9 de diciembre pasado. En ese Decreto, aún no aprobado, pero que será el que se haga oficial en el BOJA casi con toda seguridad, se determina que el comienzo de curso para cada una de las etapas se adelantará una semana en relación con lo que venía siendo hasta ahora, es decir, del 15 de septiembre se pasará al 7, manteniéndose la fecha de final de curso.
Esta medida, dede mi punto de vista tiene sus ventajas y, por supuesto, sus inconvenientes. Las ventajas son más para las familias que para los centros docentes, ya que descargará a los padres de tener que buscar a alguien que se haga cargo de sus hijos e hijas durante los días en que ellos trabajan y los chicos y chicas no acuden al centro.
Somos los centros los que nos vamos a encontrar con los mayores inconvenientes, ya que se nos reduce a la mitad el tiempo que tenemos para repartir los grupos, organizar el centro, preparar las clases, modificar las programaciones, revisar los expedientes e informes del alumnado que ese año atendamos, etc., lo que puede provocar diversos problemas en el funcionamiento inicial del centro, teniéndo en cuenta que es durante esos días cuando se sientan las bases y se trazan las líneas fundamentales de los documentos planificadores de cualquier centro educativo.
Además, en algunas etapas educativas tienen que llevar a cabo pruebas extraodinarias, corregirlas y llevar a cabo sesiones de evaluación, lo que pienso que provocará aún más dificultades.
Realmente, no sé el por qué de este adelanto, es obvio que para responder a los 180 días lectivos por curso, pero a lo que me refiero es a qué se quiere dar a entender con esta medida. ¿Se pretende mejorar la calidad, rendimientos y resultados con 5 días más de clases?
Sinceramente, creo que ese no es el camino, sino que como siempre digo, la mejora de la calidad y los rendimientos pasa por una mejora de las condiciones de los centros, tanto en recursos humanos como materiales, así como una verdadera formación contínua del profesorado, permitiéndonos responder a las diversas situaciones que día a día nos encontramos en las aulas (y algunos/as fuera de ellas).
Una mejora de la calidad es formar a los docentes para que puedan desarrollar las competencias básicas dentro de sus programaciones, aspecto tan cacareado en las nuevas leyes educativas, y no que tengamos que estar comprando libros, buscando información en internet, etc., aunque es obvio que esta formación puede y debe ser necesaria, pero no única. Al final, se conseguirá que las competencias básicas no sean más que un apartado más dentro de las programaciones "en papel", y sin ninguna relevancia en la práctica diaria en las aulas, y si no, al tiempo.
PD1: ¿Cuánto se tardará en ampliar los días lectivos hasta el final del mes de junio?
PD: Siento mucho el tiempo que este blog ha estado sin actualizar, pero es que es eso lo que precisamente más me falta, tiempo. Espero que, los que alguna vez lo leeis, podais perdonarme.