La nueva Ley de Educación (LOE) plantea entre sus principios la intención de colaborar con los objetivos educativos comunes de los países miembros de la Unión Europea, establecidos por el Consejo Europeo de Lisboa. Para ello se plantean una serie de actuaciones que permitan acercarnos a esos objetivos planteados, de los cuales en algunos casos estamos cerca, y en otros (muchos otros desgraciadamente) demasiado lejos.
Hasta aquí las intenciones, pero resulta que en educación no se cumple el dicho y la intención no es lo cuenta, sino las actuaciones realizadas y los compromisos que realmente se han convertido en realidades.
Es por esto, que ante esta nueva ley tendremos que esperar para ver si realmente “se cumple todo lo prometido”, y si es realmente la receta que España necesita para acercarse en materia educativa al resto de países de Europa.
Por otra parte, ahora que esta de moda hablar del Informe PISA, tenemos que plantearnos si verdaderamente podemos compararnos con otros países de Europa o con qué países podemos/debemos realmente compararnos. ¿Qué pasaría en España si se optara por el modelo alemán de dos tipos de Secundaria distinta en función de las capacidades del alumno? ¿Y si hiciéramos como Finlandia, que agrupa a los objetores escolares en grupos separados del resto?
Cada país tiene su indiosincracia, su cultura, su historia, etc., que ha configurado un sistema educativo propio, con sus particularidades. ¿Sería posible adoptar el modelo educativo finlandés en España? Quizás sí, pero habría que cambiar muchas cosas, desde nuestra manera “española” de pensar, pasando por la formación inicial del profesorado y terminando por los recursos disponibles en educación.
Y es que, aprovechando el dicho, las comparaciones son odiosas, y en educación aún más.
Algunos enlaces para saber más: Eurydice, la educación en Finlandia, blog de docencia y didáctica,
P.D.: Por cierto, muy interesante que en Finlandia todas las escuelas sean públicas, eso también da que pensar.
Hasta aquí las intenciones, pero resulta que en educación no se cumple el dicho y la intención no es lo cuenta, sino las actuaciones realizadas y los compromisos que realmente se han convertido en realidades.
Es por esto, que ante esta nueva ley tendremos que esperar para ver si realmente “se cumple todo lo prometido”, y si es realmente la receta que España necesita para acercarse en materia educativa al resto de países de Europa.
Por otra parte, ahora que esta de moda hablar del Informe PISA, tenemos que plantearnos si verdaderamente podemos compararnos con otros países de Europa o con qué países podemos/debemos realmente compararnos. ¿Qué pasaría en España si se optara por el modelo alemán de dos tipos de Secundaria distinta en función de las capacidades del alumno? ¿Y si hiciéramos como Finlandia, que agrupa a los objetores escolares en grupos separados del resto?
Cada país tiene su indiosincracia, su cultura, su historia, etc., que ha configurado un sistema educativo propio, con sus particularidades. ¿Sería posible adoptar el modelo educativo finlandés en España? Quizás sí, pero habría que cambiar muchas cosas, desde nuestra manera “española” de pensar, pasando por la formación inicial del profesorado y terminando por los recursos disponibles en educación.
Y es que, aprovechando el dicho, las comparaciones son odiosas, y en educación aún más.
Algunos enlaces para saber más: Eurydice, la educación en Finlandia, blog de docencia y didáctica,
P.D.: Por cierto, muy interesante que en Finlandia todas las escuelas sean públicas, eso también da que pensar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario